La alimentación es indispensable para tener una buena salud, y eso lo sabe cualquiera, como también sabemos que los productos que encontramos en el super, en muchas ocasiones, vienen procesados con productos químicos que pueden ser perjudiciales. Y no hablamos solo de los platos congelados, sino también de la propia fruta o la verdura. ¿Nos podemos fiar de lo que compramos en la frutería de turno? ¿No sería mejor tener nuestro propio huerto en casa y sacar adelante todo aquello que queramos comer?
Es algo arriesgado, pero cada vez más común, sobre todo en aquellos lugares donde las casas tienen un espacio al aire libre lo suficientemente grande como para plantar algunas cosas. Tener un huerto en casa no es solo una forma de curarnos en salud y de ahorrar en las frutas y verduras que compremos, sino también un entretenimiento maravilloso para aquellas personas que quieran relajarse un rato viendo como su huerto va creciendo y mejorando, desde lo más básico hasta poder comer cualquier cosa que plantemos.
Qué necesitamos para montar tu huerto en casa
No hace falta tener un jardín o un corral para plantar cosas en casa. Incluso en un pequeño balcón podemos tener algunas macetas que nos den ciertas verduras, aunque claro, no serán muy grandes. Lo mejor es buscar un sitio lo suficientemente amplio para permitir a las plantas crecer, y sobre todo, con una luz solar directa, porque es necesario para ese crecimiento. De ahí que el huerto deba colocarse en algún sitio al aire libre o al menos, donde la luz del sol de durante unas cuantas horas al día. Necesitaremos también macetas o recipientes para colocar las semillas, y por supuesto, también el sustrato para que crezcan esas mismas semillas. Con luz, agua y mucho cariño, las plantas no tardarán en crecer.
Encontrar el mejor sitio para situar el huerto
Como decíamos arriba, lo más importante a la hora de tener un huerto en casa es encontrar el sitio perfecto donde plantar nuestras semillas. Para ello, buscaremos un lugar amplio, o al menos lo suficiente para que las plantas puedan crecer en el futuro, con luz solar directa, indispensable para que puedan desarrollarse correctamente. Tendremos cuidado, eso sí, con la temperatura y la humedad, sobre todo en verano e invierno, ya que hay algunas plantas que pueden estropearse si hay temperaturas extremas. Debe ser además un sitio fácilmente accesible para nosotros, para recoger las plantas, regarlas y demás en cada momento que lo necesitemos. Si disponemos de un espacio más amplio, incluso podríamos crear un pequeño invernadero.
Cómo elegir la mejor tierra, abono y demás
La elección de la tierra donde plantar la semilla y del sustrato que utilizaremos para alimentarlas dependerá sobre todo del tipo de cultivo que vayamos a hacer. Algunos necesitan tierras más duras, otros más blandas, en algunas plantas lo importante es que la tierra esté llena de muchos nutrientes y absorba bien el agua, en otras esto es más secundario… Siempre podemos acudir a la semillería a preguntar por la tierra más apropiada para nuestro cultivo, y allí cualquier profesional nos podrá asesorar. Lo mejor es empezar con un sustrato normal y en el futuro, crear nuestro propio compost ecológico con las sobras que vayamos dejando de las comidas y demás.
¿Qué plantar? Estas son las semillas recomendadas para principiantes
Cuando pensamos en montar el huerto en casa, seguramente nos imaginemos rodeados de grandes tallos, o incluso de hortalizas y tubérculos como las berenjenas o las patatas. Sin embargo, estos cultivos son más complicados de arraigar, por lo que lo mejor es probar con cosas más sencillas, al menos al principio. Encontramos, por ejemplo, que las lechugas, las espinacas y los rabanitos son muy fáciles de plantar, cuidar y crece. También hay algunas plantas, como la albahaca y la hierbabuena, que podemos utilizar para darle un sabor más intenso a los guisos, y que son muy fáciles de mantener, porque basta con tenerlas en la maceta y regarlas de vez en cuando, siempre que les de la luz.
Ventajas de tener tu propio huerto en casa
Disponer de un pequeño huerto en casa, aunque sea con unas cuantas macetas, es algo altamente beneficioso para toda la familia. Es una actividad que todos pueden realizar, y servirá, por ejemplo, para inculcar en los más pequeños la responsabilidad de cuidar de algo que queremos que dure mucho, y para que vean los resultados. Es una actividad desestresante que sirve además para darnos más confianza en nosotros mismos, demostrándonos que podemos mantener un huerto y que todo el trabajo tiene su recompensa. También hay que mirar por el hecho de disfrutar de todo eso que plantemos y ahorrarnos el seguir comprando esas frutas o verduras.