Los cultivos de interior siguen siendo importantes para muchas personas que han decidido que, por espacio, por facilidad o por cualquier otro motivo, tienen que cuidar sus plantas en un espacio cerrado y con unas condiciones tanto de temperatura como de luz muy especiales. Estos cultivos de interior se llevan realizando desde hace décadas, pero es cierto que en los últimos tiempos están evolucionando a una gran velocidad, puesto que hay muchos avances en torno al tema que son realmente interesantes y que sirven para conseguir que los cultivos sean más efectivos y de mayor calidad. Uno de estos avances ha sido introducir las bombillas y focos LED como fuente de iluminación de esos cultivos de interior, algo que ha acarreado sustanciosas mejores.
Es cierto que los focos LED suelen ser más caros que las bombillas tradicionales, y que al principio suponen una inversión más alta. Sin embargo, si lo entendemos precisamente como una inversión, no deberíamos dudar a la hora de colocar este tipo de luces en nuestro pequeño cultivo interior, porque son mucho más beneficiosas en varios aspectos, desde la propia luz que emiten a su durabilidad, que es bastante mayor a la de las bombillas habituales. Para que el cultivo crezca bien debemos mantenerlo siempre iluminado casi como si estuviera bajo el propio sol, así que debemos buscar no solo una buena luz, sino también un foco que equilibre la temperatura perfecta para el cultivo. Con los focos LED esto es mucho más sencillo de conseguir, tal y como te explicamos a continuación.