La cultura gastronómica japonesa ya está completamente integrada en nuestras ciudades. Prácticamente en cualquier núcleo urbano podemos encontrar restaurantes donde el proyecto estrella es el sushi. Todos conocemos a alguna persona fanática de estos platos que están compuestos, normalmente, por arroz, algas y pescado.

A raíz de esto, una de las prácticas que se ha puesto de moda es el nyotaimori en los últimos tiempos. Esto consiste en la presentación de platos de comida sobre el cuerpo de una mujer, lo que también se conoce como sushi corporal. Existe también una modalidad masculina llamada, en este caso, nantaimori.

Supongo que no hace falta mucha explicación al respecto, se trata de que se sirve la comida sobre un cuerpo humano, desde el que comen directamente los comensales. En algunos lugares del mundo se considera incluso una práctica que mezcla lo artístico y lo culinario. La verdad es que se trata de unos eventos con una sensualidad exquisita que satisface tanto a los ojos como al paladar de los asistentes. También sucede, en más de una ocasión, que el modelo o la modelo que prestan su cuerpo disfrutan de la velada como uno más.

Fusionar lo japonés con la tradición mediterránea

Sin embargo, nuestra idea es aportar una nueva visión al respecto. ¿Por qué no probar con un buen Nyotaimori pero con productos menos exóticos? Efectivamente, estamos hablando de la posibilidad de introducir en esta práctica oriental una novedad culinaria productos de la huerta mediterránea. Españolizar lo japonés, en definitiva.

Vamos a empezar hablando de algo que ya hacemos desde tiempos inmemoriales, aunque nunca ha tenido un nombre tan especial. Nos estamos refiriendo a esa sensual práctica realizada en el contexto de una relación sexual que consiste en colocar elementos dulces sobre el cuerpo del hombre o la mujer. Habitualmente se realiza con nata, y se coloca en zonas erógenas y en otros lugares como puede ser el ombligo o los muslos. En este caso, se busca sobre todo el erotismo, y se convierte casi en un juego sexual más. Hay que tener en cuenta que se usa casi exclusivamente como juego sexual, siendo la nata un accesorio más a la hora de lograr la excitación.

La primera idea que se nos ocurre, tan deliciosa como sexual, es la de combinar distintos tipos de frutas, y colocarlos estratégicamente sobre el cuerpo de una mujer desnuda. Hacer una especie de versión del sushi corporal pero con una macedonia. Por ejemplo, no te resultaría divertido el poder usar frutas que ofrezcan frescor en la boca, como podría ser el mango o la fresa, para que contrasten con la temperatura corporal del cuerpo. Trocea algunas de estas delicias y prepáralo todo como si de una obra artística de tratara, porque se trata de sublimar a todos los instintos, no solamente al gusto. Esta visión es fundamental y no debe perderse nunca.

¿Por qué no usar los mejores productos de la tierra?

Una versión que podría resultar interesante, y hacer las delicias de algunos paladares más exclusivos, es montar una tabla de quesos de calidad y jamón ibérico. Puedes usar también uvas, que contrastarán de forma genial con los demás sabores. Además, su líquido interno aportará una sensación refrescante única. Con las formas y los colores de estos suculentos manjares podrías, nuevamente, diseñar algo que, además de estar delicioso también lucirá muy, muy bien.

Otra acción complementaria que puedes hacer a las anteriores es aportar algo de vino a tu obra. Evidentemente, hay que usarlo en las partes del cuerpo en las que menos riesgo hay de que se derrame. Los lugares ideales serían el ombligo, en el caso de estar boca arriba, y la zona superior al trasero, en el caso de que nos encontremos boca abajo. La combinación entre una bebida de calidad de ese tipo con la sensualidad de tener que sorber desde el ombligo de alguna persona atractiva suena muy interesante, ¿no crees?

En otro orden de cosas, y relacionado con el párrafo anterior, también es importante hablar de lo que no son buenas ideas. Por ejemplo, evita usar alimentos muy grasientos o resbaladizos. Cosas que tengan aceite o que se puedan caer muy fácilmente solo dificultarían la experiencia.

Se trata de dejar volar la imaginación y dejarte llevar por lo mejor de tus cualidades artísticas y culinarias. Crea un cuadro espectacular con un lienzo tan singular, y haz disfrutar a tus comensales con tu obra y tus propuestas.