Las propiedades casi milagrosas de los productos de la huerta mediterránea es un hecho muy constatado, e incluso en este mismo sitio web hemos hablado de ello con detenimiento. Los beneficios para la salud son incalculables, y cada cierto tiempo aparece un nuevo estudio al respecto que informa de un nuevo valor positivo que se desconocía hasta el momento.
Hoy nos gustaría hablar de algunos datos y curiosidades varias sobre estos alimentos, algunos tendrán que ver con esas consecuencias positivas que nos aporta a la salud la comida ecológica de nuestro huerto, pero otras no tanto. Y es que los productos que podemos encontrar dentro de nuestro abanico de alimentos mediterráneos no dejan de sorprendernos.
Una dieta declarada Patrimonio de la Humanidad
La UNESCO concedía este importante título en el año 2010 a la dieta mediterránea, entendida esta como una filosofía de vida que tiene como eje central los productos que nos ocupamos en reivindicar desde esta humilde bitácora, y que sirve como eje de cohesión social. Además, se entendió esto como una defensa de estas tradiciones culinarias tan arraigadas en las sociedades del sur de Europa, y que corren el riesgo de perderse si persisten algunas prácticas que son ajenas a ellas.
La piel de algunas frutas y verduras se transforma en envases
Tres investigadores de distintas universidades desarrollaron esta idea, que parte de la idea original de un profesor de la Universidad de Málaga de utilizar el elemento fundamental que protege a los alimentos del entorno que los rodea. La idea es usar la piel de alimentas que se desechan a la hora de fabricar otros productos para construir estos envases, aprovechando las ventajas de lo que se conoce como economía circular, que ofrece interesantes ventajas en lo económico y en lo medioambiental.
Cultivos que generan una menor contaminación
Se realizó una investigación sobre los efectos que provocan la alimentación de distintos países en cuanto al cambio climático. La idea era comprobar, a través de los menús servidos en distintos hogares, cuáles tenían los ingredientes menos nocivos para el medioambiente. Dicho en términos más aproximados al estudio realizado, se trataba de evaluar la huella de carbono que deja la comida que se suele consumir en España, y compararlo con otro países. La conclusión fue que, debido a un mayor consumo de frutas y verduras, la dieta tradicional mediterránea contribuía a dañar menos nuestro ecosistema que la de otros países.
Remedio contra los efectos de la contaminación
Aparte de dejar una menor huella de carbono, también se ha demostrado que las personas que tienen una alimentación basada en productos de la huerta mediterránea sufren unas menores secuelas como consecuencia de estar expuestos a las partículas nocivas que invaden nuestras ciudades. Según los especialistas, son las propiedades antioxidantes de alimentos como el aceite de oliva los que nos protegen contra estos peligrosos factores ambientales.
Ayuda a mantenernos genéticamente más jóvenes
Según un estudio realizado por la British Medical Journal, en el que analizaron los hábitos alimenticios de casi 5000 enfermeras, una dieta en la que nos alimentemos con productos de la huerta mediterránea hará que nuestro deterioro genético sea notablemente más lento. Esto es importante por distintos motivos, sobre todo si tenemos en cuenta que el envejecimiento de nuestro ADN provoca la aparición de distinto tipo de enfermedades.
Si sabes inglés y tienes mucho interés en leer la fuente original, puedes encontrar los resultados del estudio con todo lujo de detalles pinchando en este link.
Es necesario predicar con el ejemplo, y continuar llenando nuestras vidas y nuestras despensas de estos alimentos, que como hemos visto mejoran nuestra salud y la de nuestros planeta, y en consencuencia, la salud de todos.