A la hora de hacer dieta, para adelgazar esos kilos que nos sobran o simplemente para mantenernos en forma, que es la manera natural al fin y al cabo de llevar una alimentación sana y equilibrada, siempre estamos buscando esos alimentos que nos permitan comer bien sin ganar muchas calorías, que nos aporten más vitaminas y minerales que otra cosa, y que además sepan bien y combinen para crear muchas recetas. Los hay, por supuesto, y uno de los más habituales y populares en las recetas de todo el mundo es la lechuga. Dentro de esta denominación, sin embargo, encontramos numerosos tipos de lechuga que son muy diferentes entre sí, así que de entrada tampoco podemos meterlas todas en el mismo saco, porque no nos servirán para el mismo fin.
Entendiendo esto, y sabiendo que hay diferentes variedades de lechuga, podremos escoger la mejor opción para cada caso, sobre todo si tiene que ver con la receta que estamos llevando a cabo. Los beneficios que nos aportan las diferentes lechugas son sin lugar a udas una de las causas por las que siempre debemos incluirlas en cada una de nuestras recetas, y comerlas casi todos los días. Es un alimento muy sano y que ayuda a equilibrar nuestra dieta, aportando mucho de lo bueno que necesitamos. Además, aquí en España tenemos la inmensa fortuna de contar con grandes plantaciones gracias a nuestro clima benigno, lo que ha hecho que la lechuga, en todas sus variedades, esté presente en una buena parte de los platos de nuestra dieta. Aquí te vamos a mostrar las razones por las que deberías seguir comiéndola siempre.
Propiedades de la lechuga
Una de las propiedades más interesantes de la lechuga es su bajo aporte calórico, de apenas 18 calorías por cada 100 gramos, algo insignificante si lo comparamos con otros alimentos e incluso con vegetales y hortalizas que también solemos adecuar en las “dietas sanas”. Pero no es solo su bajo aporte calórico lo que nos tiene que importar de sus propiedades. El aporte de minerales como el calcio, el manganeso y el fósforo nos permiten también colocar este alimento entre una de las mejores opciones para cualquier dieta, ya sea adelgazante o simplemente beneficiosa para nuestro cuerpo. El aporte de oligoelementos es también bastante reseñable, así como la propiedad de ser un alimento que sacia mucho, lo que hace que perdamos el hambre cuando la comemos, incluso sin ingerir una gran cantidad de lechuga.
Beneficios de la lechuga
Con todo lo que hemos visto anteriormente, está claro que comer lechuga nos beneficiará por completo, buscando una manera real de incluir este alimento en nuestra dieta de manera prolongada, y no solo cuando queramos bajar de peso. Su ayuda a la hora de adelgazar es evidente, dado el bajo índice calórico que tiene, convirtiéndose además en uno de esos alimentos que casi dan calorías negativas, ya que el esfuerzo de comerlo puede llegar a ser mayor que el propio aporte calórico que nos da. Los beneficios en ese sentido serán automáticos, siempre que comamos la lechuga adecuadamente, en ensaladas sanas y nutritivas. Evidentemente, si nos metemos para el cuerpo un gigantesco bocata de filetes empanados con mucha salsa y queso para reventar, y también le añadimos un poco de lechuga, la incorporación de este alimento no nos salvará de engordar por los otros.
El aporte de minerales nos permite tener unas defensas altas en nuestro cuerpo, para que pueda trabajar mucho mejor y estar prevenido para cuando las enfermedades quieran invadirnos. La lechuga ayuda igualmente a prevenir ciertas enfermedades cardiovasculares, a equilibrar los niveles de colesterol y azúcar en sangre, por ejemplo. Es un alimento alcalinizante y refrescante que revitaliza nuestro cuerpo, y gracias a su aporte en betacorotenos, también nos ayuda a prevenir el cáncer. De hecho, es un alimento que ayuda a conciliar el sueño, algo que no muchos saben. Por eso es una gran alternativa tomarla en la ensalada o como guarnición para la cena.
Cómo cultivar lechuga
En cualquier frutería o supermercado al que vayamos vamos a encontrar este tipo de alimento, y está claro que comprarlo de esa manera es la forma más sencilla de hacernos con él. Sin embargo, no son pocos los que han decidido cultivar también sus propias lechugas en sus huertos particulares. Ya que no necesitan tanto espacio ni un cuidado tan detenido, las lechugas, en la mayoría de sus variedades, pueden ser cultivadas por cualquiera en un pequeño trozo de terreno, para el aprovechamiento propio, al menos. Y es que cuando estás comiendo una ensalada con productos que tú mismo has cultivado en tu pequeño huerto del jardín, indudablemente ese plato te sabe mucho mejor. Basta con conseguir algo de tierra de cultivo y una buena mata para que, con paciencia, agua y algo de tiempo, la lechuga crezca en tus dominios.
Platos con lechuga
Otra de las cosas que ha hecho de la lechuga uno de los alimentos más utilizados prácticamente en todo el momento es la gran adaptabilidad que tiene para introducirse en casi cualquier receta, desde sopas hasta bocadillos, ensaladas o como guarnición. Por supuesto, la parte más importante de los platos con lechuga son las ensaladas, que ya de por si reflejan un universo entero de posibilidades gracias a todas las opciones que tenemos disponibles. Suelen ser platos sanos, cien por cien naturales y exquisitos, aunque hemos de saber elegir el tipo de lechuga perfecta para cada cosa. Por ejemplo, en las ensaladas suele ir muy bien la lechuga romana o los canónigos, que se adaptan perfectamente al sabor que vamos buscando.
Sin embargo, hay mucha vida más allá de la ensalada. La lechuga también puede servirse como guarnición perfecta para carnes y sobre todo pescados, aportando un lecho exquisito para estos alimentos en su jugo. De la misma forma, hay muchas sopas que aprovechan también las cualidades de la lechuga para ser mucho más consistentes y nutritivas. Y como colofón, podemos hablar también de cómo las hojas de lechuga se han convertido en una alternativa perfecta y saludable al pan, a la hora de crear wraps o tortillas con todo tipo de ingredientes, como si de un envoltorio nutritivo se tratase.