Seguro que te ha ocurrido alguna vez. Andas navegando por tu red social favorita y observas como algunos de tus contactos publica una foto de un plato de comida. Este podría ser un acto normal y sin una relevancia muy destacada, algo habitual en Facebook, Twitter o sobre todo Instagram. Sin embargo, seguro que te sentirás identificado si te digo que al mirar la imagen se desata un deseo irrefrenable de hincar el diente a algo que te resulta tan irresistible y delicioso. Algo parecido a cuando ves a una persona atractiva y sientes la necesidad de acostarte con ella.
¿A quién no le ha pasado que ha comenzado a morderse el labio inferior después de ver un suculento manjar expuesto en un mostrador o en una fotografía? Sí, exactamente cómo haríamos si viésemos a una chica totalmente desnuda que nos mira con ojos de deseo.
No, este paralelismo no es fruto de la casualidad, de hecho es algo que ocurre mucho en nuestros días. Hoy es costumbre fotografiar comida tratando de despertar sentimientos de placer en el que las ve. El Food Porn es ahora el pan nuestro de cada día. Toca añadir, eso sí, que cuando hablamos de pornografía en el caso del Food Porn debemos pensar que no se trata solo de algo estrictamente sexual. Es decir, no se refiere a un recurso que despierte extrañas filias íntimas en el espectador.
A lo que hace referencia esto, más bien, es a que despierta toda una serie de sentimientos dormidos relacionados con el placer, aunque en este caso en un sentido más culinario. El objetivo es, en definitiva, que la lujuria y la gula se den la mano. Si la foto hace que esa comida se convierta en un objeto de deseo que quieres catar, entonces el fotógrafo habrá hecho muy bien su trabajo.
Las redes sociales como origen del Food Porn moderno
Instagram es la red social que ha impulsado el fenómeno del Food Porn. No podemos negar el arte al fotografiar que tienen algunos de sus usuarios. La habilidad de mostrarnos una comida irresistible que nos invita a “pecar” se ha perfeccionado hasta niveles estratosféricos. Tal es así, que muchas marcas pagan a influencers para hacer promociones de sus productos y crear la necesidad de consumirlos. Esto no es difícil de entender, ya que las reglas del marketing están cambiando, y unos cuantos perfiles en redes sociales son más importantes que un cartel publicitario.
Perspectivas en las que algo de sirope baña la parte superior de una tarta que atraen a diabéticos. Cafés esponjosos que dan ganas de beberlos de un trago incluso a los que odian las bebidas calientes. Solomillos jugosos y sabrosos que hacen plantearse su existencia al más combativo de los veganos. Si te ves identificado con alguno de estos aspectos mantén la tranquilidad, tan solo estás siendo tentado por una buena imagen de este fenómeno.
Si alguna ves te sentaste así, eso es porque acabas de ser “víctima” de un nuevo caso de Food Porn. Algo que comenzó a finales de los años 70, cuando Rosalind Coward hace referencia por primera vez a él. Según lo definió esta escritora británica, se refiere a la costumbre de preparar y disponer los alimentos sobre el plato de tal forma que los comensales quisieran comérselos nada más verlos. Es decir, que sientan deseo hacia ellos.
Hábitos saludables contra fotografiar comida de manera irresistible
Años más tardes, ya en Estados Unidos, el término empezó a tomar otros derroteros, y empezó a convertirse en un antónimo de comida sana. En este sentido, se dieron cuenta de que esas imágenes que resultaban ser auténtica pornografía culinaria solían corresponder a alimentos de alto contenido calórico, lo cual desató toda una campaña en su contra llamada “Right stuff vs food porn”. Hoy en día, tal y como hemos comentado, su uso está totalmente extendido.
Todo esto puedes comprobarlo tu mismo, basta con entrar al hashtag #foodporn en Instagram y comprobar la cantidad de fotos que hay sobre esto. Encontrarás multitud de fotos, siendo las reinas las relacionadas con postres, bebidas y alimentos irresistibles en general. El protagonista estrella suele ser el chocolate, ya que su simple imagen evoca agradables sabores. Además, dicen que este ingrediente es sustitutivo del sexo y aquí estamos hablando de comida pornográfica, así que…